28 enero 2011

Flores bajo la lluvia.

No tomé la iniciativa al meditarlo, cayó en mi cabeza como una bala taladrándome.. el hecho es que necesito un cambio, no quiero volar ni caminar, supongo que en el medio algo existirá. En unos días salgo de vacaciones, lejos de la ciudad, lejos de buenos aires, de la arena, justo ahí donde termina este país y empieza otro, solo tengo la ilusión de encontrar de nuevo a mi yo en esta escapada al norte, ando necesitando una vuelta de tuerca, una reconstrucción. Ultimamente encontré un lindo refugio entre la música, los libros y amigos, esa combinación perfecta que me permite despertar todas las mañana con una mueca similar a una sonrisa, ahora solo me queda encontrar la positividad absoluta que me caracterizaba, aprender de los errores y seguir viviendo a fuerza de presión, encontrarle lo lindo a los dolores causados por los tacos, a oler las flores en mitad de la calle cuando llueve, a sentir que nada está perdido por grande que sea la oscuridad de éste cuarto.
Aposté mal, se que jugué peor, pero nadie me puede sacar de la cabeza que fuí verdaderemente yo, no cambié, solo aprendí, como siempre estas cosas sirven para acumular vivencias y experiencias, lo hermoso de estar viva y saber aprovechar a gusto propio cada minuto, cada segundo..
No me puedo quejar tanto, vengo teniendo muy buenas ideas y cosas que solas van llegando, pero soy de esas personas inconformistas, cuanto mas tengo mas quiero, se que es apresurado y que tengo que saber saborear lo que me está pasando en otros niveles, por eso quiero salir de acá para dejar de pensar, hacer a un lado lo que me lleva a recordar y solo sentir como una parte de mis días tiene viento a favor..
Encontré un mundo lleno a mis pies dentro de los libros y de la música, espero tener el tiempo suficiente para saberlos amar, ya cargué un par de ellos en mi mochila y algunos mp3 para mis oídos, no pueden faltar en éste viaje.

(No debería pero estoy pensando, actuando poco y meditando de más).

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